Ecosistema y sostenibilidad
Ponencia presentada en la mesa de diálogo “Economías Culturales” del Primer Foro Enfoques Culturales de la Secretaría de Cultura Jalisco realizado en febrero del 2019
Considero que el futuro de la economía de las artes escénicas en Jalisco radica en diseñar un ecosistema que dialogue con iniciativas, comunidades y economías de otros países.
Para pensar la construcción de políticas culturales en Jalisco, debemos de pensar en un punto crucial pero que poco se ha considerado: las relaciones internacionales.
Toda comunidad cultural que busque pervivir y desarrollarse, necesita nutrirse no sólo al interior de su contexto sino también al exterior. El punto es cómo hacerlo.
Dinamizar la cultura implica dinamizar sus relaciones.
El neoliberalismo como política de gobierno promovido en el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari y su culminación con la firma en 1994 del Tratado de Libre Comercio de América Latina y el Caribe TLC es un claro ejemplo de política pública internacional. Lamentablemente en la práctica, esa firma potenció el saqueo de la riqueza mexicana y la privatización del petróleo, la luz, la educación, produciendo una de las peores crisis sociales, políticas y económicas en la que nos encontramos viviendo en carne y hueso todos.
Pero lo que resulta interesante es que si uno lee los escritos publicados por economistas entre 1989 y 1995 sobre el TLC, en la teoría son textos que hablan de cómo poder potenciar el desarrollo local con sustento internacional. Son textos inspiradores que marcan pautas muy claras de cómo poder pensar una relación con lo internacional. El problema fue la corrupción y abuso que se hizo de aquella política internacional, de la que todos sabemos, termino beneficiando a los más ricos y explotando al resto de la población, o sea, nosotros.
Entonces, ¿cómo dinamizar una relación con lo internacional que no implique el saqueo de lo local? Para mí aquí está el gran dilema.
En México, la práctica recurrente de relación internacional que sucede desde 1995 hasta la fecha es aquella en la que se usa el recurso local para beneficio internacional.
Me refiero a los macroeventos que funcionan más como promoción para un creador o compañía internacional quienes se presentan en espacios como: Teatro Degollado, Teatro Galerías, Teatro Telmex y el Conjunto de Artes Escénicas.
Son presentaciones donde los costos de acceso al espectador son elevados, en comparación al costo de un boleto de una obra local. Por ejemplo, el costo para ver una obra internacional oscila entre los $300 y $1500 pesos; para una obra loca oscila entre los $70 y $300 pesos.
Estos creadores internacionales se van de Guadalajara sin dejar rastro en la dinámica local, es decir, no tienen impacto alguno sobre la comunidad artística, salvo el haber presenciado una obra de gran producción.
Muchas veces estos macroeventos utilizan un porcentaje altísimo de los escasos recursos que las administraciones públicas destinan para las artes escénicas en nuestra ciudad.
Este es el modelo habitual de internacionalización en Guadalajara y la República Mexicana, que la mayor parte de las instituciones replican sin cuestionarse qué se está produciendo realmente.
Al enunciar este tipo de relación con lo internacional, no estoy diciendo que esto esté mal o bien. Para nada, estos esfuerzos son muy valiosos pues nos permiten poder acceder a lenguajes y propuestas a los que es difícil acceder si no se viaja a otro país.
Lo que más bien cuestionaría, sería cómo todas las instituciones en Jalisco producen este tipo de relación con lo internacional.
¿Cómo poder potenciar, a través de una relación internacional, otro tipo de desarrollo de la comunidad local que la mera observación de una obra?
Para contestar esta pregunta, hablaré de otra forma de relación con lo internacional que vengo investigando y por la que he escrito ponencias y varios artículos, así como con la que baso mi trabajo de gestión.
Entonces, posibilitar relaciones internacionales de este tipo es algo favorecedor para una economía cultural local.
Por ese motivo, considero que la Secretaría de Cultura Jalisco debería de producir una estructura funcional capaz de establecer relaciones con instituciones, organismos e iniciativas internacionales que no sólo dinamicen la producción cultural sino que también participen del desarrollo económico de la cultura del Estado y del desarrollo profesional de su comunidad.
Para ello, propongo dos vías.
La primera, consiste en que la Secretaría de Cultura Jalisco forme parte de iniciativas que fomentan actualmente y desde hace 5 años el desarrollo de la comunidad artística a través de la inversión internacional. Iniciativas que ya mencioné anteriormente.
La segunda, consiste en producir una comisión de gestores culturales con experiencia y conocimiento en el trabajo internacional que trabajen como puentes en el diseño de relaciones y lazos con instituciones y organismos internacionales para los diversos programas de desarrollo que la Secretaría de Cultura Jalisco mantenga.
Otras propuestas a modo de recomendación son:
Promoción de talleres y actividades de profesionalización en torno a la labor, legislación, metodologías y formatos de gestión internacional. Estos talleres impartidos por especialistas en la materia de gestión internacional.
Promover la conformación de una plataforma en RED de artistas-gestores de Jalisco la cual permita la profesionalización y desarrollo de la comunidad de artes escénicas a nivel nacional e internacional. Actualmente existen un gran número de estas iniciativas, como por ejemplo 33-33 en Londres (Inglaterra) y Red Alterna en Mérida (México)
A modo de conclusión diría: estamos viviendo un cambio crucial de paradigma social y económico dónde no sólo nos preguntamos qué hacemos con lo poco que tenemos y cómo nos relacionamos con las instituciones que constantemente adelgazan sus responsabilidades. Considero urgente que los creadores nos empoderemos como agentes ciudadanos activos y en diálogo directo con las instituciones para imaginar espacios productivos, económicos y afectivos de largo aliento que no impliquen el saqueo de lo local para fines internacionales sino el fortalecimiento de lo local con articulación internacional.
Ecosistema y sostenibilidad
Ponencia presentada en la mesa de diálogo “Economías Culturales” del Primer Foro Enfoques Culturales de la Secretaría de Cultura Jalisco realizado en febrero del 2019
Considero que el futuro de la economía de las artes escénicas en Jalisco radica en diseñar un ecosistema que dialogue con iniciativas, comunidades y economías de otros países.
Para pensar la construcción de políticas culturales en Jalisco, debemos de pensar en un punto crucial pero que poco se ha considerado: las relaciones internacionales.
Toda comunidad cultural que busque pervivir y desarrollarse, necesita nutrirse no sólo al interior de su contexto sino también al exterior. El punto es cómo hacerlo.
Dinamizar la cultura implica dinamizar sus relaciones.
El neoliberalismo como política de gobierno promovido en el sexenio del presidente Carlos Salinas de Gortari y su culminación con la firma en 1994 del Tratado de Libre Comercio de América Latina y el Caribe TLC es un claro ejemplo de política pública internacional. Lamentablemente en la práctica, esa firma potenció el saqueo de la riqueza mexicana y la privatización del petróleo, la luz, la educación, produciendo una de las peores crisis sociales, políticas y económicas en la que nos encontramos viviendo en carne y hueso todos.
Pero lo que resulta interesante es que si uno lee los escritos publicados por economistas entre 1989 y 1995 sobre el TLC, en la teoría son textos que hablan de cómo poder potenciar el desarrollo local con sustento internacional. Son textos inspiradores que marcan pautas muy claras de cómo poder pensar una relación con lo internacional. El problema fue la corrupción y abuso que se hizo de aquella política internacional, de la que todos sabemos, termino beneficiando a los más ricos y explotando al resto de la población, o sea, nosotros.
Entonces, ¿cómo dinamizar una relación con lo internacional que no implique el saqueo de lo local? Para mí aquí está el gran dilema.
En México, la práctica recurrente de relación internacional que sucede desde 1995 hasta la fecha es aquella en la que se usa el recurso local para beneficio internacional.
Me refiero a los macroeventos que funcionan más como promoción para un creador o compañía internacional quienes se presentan en espacios como: Teatro Degollado, Teatro Galerías, Teatro Telmex y el Conjunto de Artes Escénicas.
Son presentaciones donde los costos de acceso al espectador son elevados, en comparación al costo de un boleto de una obra local. Por ejemplo, el costo para ver una obra internacional oscila entre los $300 y $1500 pesos; para una obra loca oscila entre los $70 y $300 pesos.
Estos creadores internacionales se van de Guadalajara sin dejar rastro en la dinámica local, es decir, no tienen impacto alguno sobre la comunidad artística, salvo el haber presenciado una obra de gran producción.
Muchas veces estos macroeventos utilizan un porcentaje altísimo de los escasos recursos que las administraciones públicas destinan para las artes escénicas en nuestra ciudad.
Este es el modelo habitual de internacionalización en Guadalajara y la República Mexicana, que la mayor parte de las instituciones replican sin cuestionarse qué se está produciendo realmente.
Al enunciar este tipo de relación con lo internacional, no estoy diciendo que esto esté mal o bien. Para nada, estos esfuerzos son muy valiosos pues nos permiten poder acceder a lenguajes y propuestas a los que es difícil acceder si no se viaja a otro país.
Lo que más bien cuestionaría, sería cómo todas las instituciones en Jalisco producen este tipo de relación con lo internacional.
¿Cómo poder potenciar, a través de una relación internacional, otro tipo de desarrollo de la comunidad local que la mera observación de una obra?
Para contestar esta pregunta, hablaré de otra forma de relación con lo internacional que vengo investigando y por la que he escrito ponencias y varios artículos, así como con la que baso mi trabajo de gestión.
Entonces, posibilitar relaciones internacionales de este tipo es algo favorecedor para una economía cultural local.
Por ese motivo, considero que la Secretaría de Cultura Jalisco debería de producir una estructura funcional capaz de establecer relaciones con instituciones, organismos e iniciativas internacionales que no sólo dinamicen la producción cultural sino que también participen del desarrollo económico de la cultura del Estado y del desarrollo profesional de su comunidad.
Para ello, propongo dos vías.
La primera, consiste en que la Secretaría de Cultura Jalisco forme parte de iniciativas que fomentan actualmente y desde hace 5 años el desarrollo de la comunidad artística a través de la inversión internacional. Iniciativas que ya mencioné anteriormente.
La segunda, consiste en producir una comisión de gestores culturales con experiencia y conocimiento en el trabajo internacional que trabajen como puentes en el diseño de relaciones y lazos con instituciones y organismos internacionales para los diversos programas de desarrollo que la Secretaría de Cultura Jalisco mantenga.
Otras propuestas a modo de recomendación son:
Promoción de talleres y actividades de profesionalización en torno a la labor, legislación, metodologías y formatos de gestión internacional. Estos talleres impartidos por especialistas en la materia de gestión internacional.
Promover la conformación de una plataforma en RED de artistas-gestores de Jalisco la cual permita la profesionalización y desarrollo de la comunidad de artes escénicas a nivel nacional e internacional. Actualmente existen un gran número de estas iniciativas, como por ejemplo 33-33 en Londres (Inglaterra) y Red Alterna en Mérida (México)
A modo de conclusión diría: estamos viviendo un cambio crucial de paradigma social y económico dónde no sólo nos preguntamos qué hacemos con lo poco que tenemos y cómo nos relacionamos con las instituciones que constantemente adelgazan sus responsabilidades. Considero urgente que los creadores nos empoderemos como agentes ciudadanos activos y en diálogo directo con las instituciones para imaginar espacios productivos, económicos y afectivos de largo aliento que no impliquen el saqueo de lo local para fines internacionales sino el fortalecimiento de lo local con articulación internacional.
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